Domingo
1 de julio de dos mil doce. ¡Qué gran día! El primero de julio
amaneció como cualquier otro día, pero con nervios en el ambiente.
La selección española estaba llamada a hacer historia. No toda la
afición confiaba en la mejor selección del planeta. Mucha crítica
al míster por el falso 9, por la convocatoria, por el doble pivote,
por Arbeloa (que por cierto se ha marcado un europeo soberbio) Todo
esto estaba en el aire. Los residentes y colegiales del Colegio Mayor
Peñafiel, se organizaron para estudiar por la mañana y tener la
tarde disponible para la ocasión.
A
las 20.45 todo estaba preparado para el partido, las banderas de
España y Cosgui en su lugar, y empezó el partido. España manejaba
el cuero y tenía profundidad con Xavi al mando. La primera fue para
él, pero se fue rozando el travesaño. La siguiente una jugada
elaborada por todo el equipo que terminó con pase profundo a Cesc,
que la cuelga y en el punto de penalti el más bajito, Silva, la puso
en la escuadra. Los italianos tuvieron un poquito la bola, pero fue
esteril. Al filo del descanso una cabalgada de Jordi Alba puso el
segundo y Peñafiel se vino abajo.
La
segunda parte fue un paseo para España, que anotó dos tantos más,
por medio de los jugadores del Chelsea, Torres y Mata. El primero se
convirtió en bota de oro del torneo. Iniesta fue MVP y el 11 del
torneo lo integraron 10 jugadores de España. Casi nada. Y eso que
jugábamos mal y aburríamos.
La
selección española se hizo leyenda en Kiev haciendo la TRIPLE
CORONA: EURO, MUNDIAL, EURO. Y desde el Colegio Mayor Peñafiel
pudimos vivirlo. ¡¡ESPECTACULAR!
Nacho Zapico
