EL COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL DE VALLADOLID A LA CONQUISTA DE LA MONTAÑA PALENTINA

Para los que penséis que la única montaña que existe es la que describe Valentín en sus planes de esquí, quiero relatar la aventura de conquistar una cumbre de 2.450 metros (un desnivel aproximado de 1150 metros) sin otro medio mecánico que la fuerza de tus piernas, ¡Esto si qué es deporte de hombres y no lo del esquí! Me gustaría ver a Suso (todavía recuperándose de la última caída en las pistas) y a Valentín caminar, alrededor de cinco horas, por la montaña.
Salimos a primera hora del Colegio Mayor Peñafiel y llegamos al “campamento base”, es decir, el aparcamiento que está a medio camino entre los dos Cardaños (para los menos avispados en el verano; el de arriba y el de abajo) justo a media mañana. Paco aparcó (precisión automovilística muy parecida a la de Cristian con los pasos de cebra) al lado del camino que debíamos tomar para llegar al sendero que asciende en todo momento por la arista de la Peña y que nos lleva sin pérdida a la cumbre. Al principio entre matorrales y después alternando tramos de roca compacta con otras de senderos, siempre por la cresta o cercanías. Hay dos puntos complicado que son un par de simas en la segunda mitad de la ascensión, fácilmente visibles. Una vez que alcanzamos la Cima Oriental (2444m), bajamos al collado que se encuentra antes de la cumbre Occidental (2450m), para así hacernos con el punto más alto del Espigüete, cantar ¡VICTORIA!, contemplar el paisaje y tomarnos los bocatas que llevábamos preparados.
Un día maravilloso, donde Tatainchi no dejó de brillar y “Pachamama” se volcó con nosotros. Espero que el próximo curso académico salgan muchas excursiones a la montaña desde el Colegio Mayor Peñafiel de Valladolid. ¡Taboada prepárate!