Viernes
16.00 de la tarde esta vez sí, pronóstico de una tarde soleada.
Empezamos recordando el ciclo del agua que nos explicaban en el
colegio: El vapor de agua de las nubes se derrama en la tierra. Pero…
¿Si no da tiempo a que se evapore de nuevo? Pues tenemos: Las
“lagunas” de Duero. Un trazado entre numerosos charcos y
barro en el que el toque gracioso vino por parte de algún integrante
charcofílico. Patología que se desarrolla principalmente en edades
tempranas de la vida, benigna si no se trata de un barrizal del
tamaño de una pista de tenis y sobre todo si después no te colocas
delante del pelotón.
Con
esta guisa, el club ciclista del Colegio Mayor Peñafiel nos
dirigimos por la ribera del canal del Duero hasta un desvío cercano
a las antiguas vías del ferrocarril de Ariza, para recorrer el pinar
entre Laguna y Tudela de Duero.
Ya
final con un soplete a medio gas, terminamos la etapa viniendo desde
Herrera de Duero hasta el cerro de San Cristóbal.
David
Jiménez Virumbrales
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