En este blog no nos interesan únicamente el Madrid o el Barça. Cualquier que se pase por la sala de estar del Colegio Mayor Peñafiel, sabe que allí hay sitio para todos los equipos y para todos los deportes.
Prueba de ello es que nuestro periodista especializado en el infrafútbol patrio, Cristian Padilla, nos preparó –24 horas antes de la final de ayer– este perfil del jugador más carismático del cuadro de Anduva: Pablo Infante.
El Infante Don Pablo y la ilusión de un pueblo
Faltan escasas horas para que un pueblo burgalés de apenas 40.000 habitantes pueda ver como su equipo asciende a Segunda División por primera vez en su historia. Nueve años después de que el Real Burgos dejase la LFP por culpa de una fallida conversión en SAD, el Mirandés puede reverdecer los laureles de una provincia que anhela regresar al fútbol de élite.
El CD Mirandés tiene en sus manos un histórico ascenso que supondría el primero de su historia a la categoría de plata. Los rojillos han despachado una campaña sensacional, a pesar de lidiar con equipos de mayor presupuesto e historia como el Eibar, el Ovedo, el Alavés o el Real Unión. El conjunto del carismático entrenador Carlos Pouso finalizó la liga regular en segunda posición y han sido el único equipo del grupo II de Segunda “B” que ha llegado a la última eliminatoria con opciones de ascender de cateogoría.
Gran parte del éxito de los mirandeses reside en su jugador franquicia, Pablo Infante. El pichichi rojillo, a diferencia de los grandes jugadores de la categoría, no es un jugador profesional y tiene que combinar el fútbol con su trabajo en un banco de Quincoces de Yuso, una localidad cercana a Miranda de Ebro, desde la que se desplaza todos los días para entrenar por la tarde en Anduva. La alternancia de ambos trabajos convierte a Pablo en un auténtico currante, que trabaja todos los días de la semana. La acumulación de horas semanales no mella su rendimiento en el terreno de juego, Infante ha sido el máximo goleador de su equipo esta temporada con 11 tantos.
Su trabajo en la banca, en una semana tan decisiva, no parece que le vaya impedirle ser el jugador referencia de su equipo en el partido de mañana ante el Guadalajara en Anduva, ya que toda la temporada ha sabido compaginar las facetas de banquero y futbolista a la perfección. Sin embargo, para el partido de mañana se suma una dificultad añadida y no es otra que el hecho de que HOY SE CASA!!! y no lo hace precisamente en Burgos, sino en Zafra (Badajoz) a más de 650 kilometros de distancia de Miranda de Ebro.
¿Llegará a tiempo al partido después de celebrar las nupcias? ¿le pasará factura el post-banquete? ¿celebrará con su novia la luna de miel en Anduva? Todo esto, y si el Mirandés asciende a Segunda División lo sabremos mañana. 6000 aficionados rojillos serán testigos de excepción, no de la boda de Infante (esperemos, por su bien, que no tenga tantos invitados) sino del ascenso de un equipo humilde y luchador como es el CD Mirandés. Mucha suerte!!!
Cristian Padilla Ortega
5 comentarios:
Uyyyyyyyyyyyy Cristian! Y cuando sube el Oviedo?
Yo creo que es mas probable que resucite Dubowsky que el Oviedo suba.
Dubovsky profesor de nataciooooon!!!!
Dubovsky profesor de nataciooooon!!!
Dubovski profesoooooooooor!!!
Dubovski profesoooooooooor!!!
Dubovsky profesor de nataciooooon!!!
Dejen en paz a Dubovsky, que no os ha hecho nada, y meteos con otro, por ejemplo:
Armando Barbón, abrocha el cinturón!!!
Os veo muy puestos en el pasado del Oviedo. Eso demuestra que el oviedismo está más vivo que nunca. Hala Oviedo!
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