Así se vivió la "vendetta" en el Colegio Mayor Peñafiel

Ni los más viejos del lugar recordaban un día de emoción como el que ayer se vivió en el Colegio Mayor Peñafiel con la Selección española. Futboleros y no futboleros unieron sus gritos en la sala de estar para acompañar a la "roja" en su difícil compromiso de los malditos "cuartos" ante Italia.

A las 20.30 ya había gente que ocupaba su lugar característico en la sala de estar dispuestos a animar a nuestra selección. Aunque algunos cometimos el error de querer ver el partido en la Plaza Zorrilla, donde se iba a poner una hipotética pantalla gigante. Caminando por la calle Santiago nos empezamos a dar cuenta de que no solo habíamos perdido 10 minutos de partido, porque ya era tarde, sino que además la pantalla gigante era inexistente... Así que terminamos viendo la primera parte en un bar.

Al final, comenzada la segunda parte, casi todo el Colegio Mayor estaba en la sala de estar (los de la Plaza Zorrilla ya habíamos vuelto), donde se fundían banderas republicanas con rojigualdas pero con un mismo sentimiento, el Español. Tan solo estaban ausentes Carlos (que estaba haciendo trabajo de campo), Juampi (que le estaba ayudando) y Fran (que luego reconoció estar, pero nadie le vio). Sea como fuere, la sala de estar era una olla a presión, con la gente muy nerviosa ante la inminente prórroga que se veía inevitable. Suso se hacía preguntas, "¿Me está gustando el fútbol?", no se podía creer que estuviera tan enganchado a un partido. Desde que sabe lo que es el fuera de juego es otro.

España había sido superior en los 90 minutos, aunque los comentarios del Profesor Cosgaya dijeran lo contrario... Pero al final se llegaba a la prórroga contra Italia, y luego, ante el cero-cerismo, a los penaltis, con lo que volvían los fantasmas del pasado (Corea). Fue entonces cuando, en los penaltis, todos los residentes nos cogimos de los hombros como si estuviésemos jugando nosotros (hubo foto y todo), y empezamos a animar a cada jugador de los nuestros que lanzaba un penalti, y, por supuesto, también al que luego sería el héroe, el "cancerbero" Iker Casillas.

Villa primero, Cazorla después, anotaron los primeros penaltis para España. Italia metía el primero pero Casillas paraba el segundo. En ese momento ganábamos 2-1 y si metíamos todos los que nos quedaban estábamos en semifinales. Pero Guiza falló el tercero mientras que Italia marcaba el suyo. Volvían los fantasmas y el miedo... Fue entonces cuando anotó Senna el cuarto y Casillas volvió a hacer una gran parada poniendo el 3-2. Con esto, llegó el penalti que podía ser decisivo. Si Cesc marcaba, pasábamos. Los gritos de la sala de estar eran fiel reflejo de la tensión. Hasta Valentín pegó un buen grito, e incluso Gelín estaba de los nervios. Cesc no falló y España se clasificó 24 años después para semifinales, vengó a Luis Enrique por su tabique roto en el 94 y venció a Italia 88 años después.

Fue entonces cuando llegó la explosión de júbilo. Lo celebramos a lo grande con un cúmulo de gritos a los que no faltó el Profesor Cosgaya, a pesar de haberse pasado todo el partido criticando a nuestra selección. Echeve manifestaba su asombro, "España pasaba a semifinales" ..., no se lo podía creer.

Ahora a por Rusia, aquella selección a la que goleamos en el primer partido (4-1), pero cuidado, seguimos siendo España...

Cristian


muchos españoles vivimos así los penalties (aunque la mayoría con otra bandera)