viernes, 4 de diciembre de 2009

TRIUNFO DEL COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL EN EL TROFEO RECTOR

Tercer partido del Trofeo Rector 09/10 y primera victoria de nuestro representativo, que viene a ser –de paso– la primera después de una temporada para el olvido como fue la pasada. En la primera jornada del campeonato hablábamos de "compromiso". En esta ocasión, sin despreciar esa virtud sin la cual no es posible el éxito, hay que hablar de "superación". Veamos por qué.

La previa del choque contra la Residencia Santiago no invitaba ni mucho menos al optimismo en el seno de la expedición colegial. Los evidentes signos de mejora con que se había iniciado la competición parecieron evaporarse de un plumazo ante el Colegio Mayor Castilla y León, que se encargó de devolvernos a la tierra con una contundente goleada (1-5), y con la sensación de que nuestro equipo no puede dar lo que no tiene.

Evidentemente, eso es imposible pero no el hecho de que los nuestros, dentro de sus posibilidades, puedan dar más de sí. A las pruebas me remito porque bastó ver el partido del pasado miércoles para comprobarlo. Las bajas en la plantilla se fueron acumulando conforme se iba acercando la hora del choque. De tal modo, que el míster se vio obligado a completar la convocatoria tirando de "canteranos" como Juan de Castro y Chema Esbec, con algunos jugadores con ligeras molestias como Álvaro Baños y Pierre Jarouseau, o incluso, teniendo que llegar a vestirse él mismo de corto, en un intento por refrendar esa máxima que dice que "él que tuvo, retuvo".

Como se ve, nada nos detiene. Ya lo dice nuestro lema: "Tu fuerza nos mueve (AU-AU-AU)". Así, plantados sobre el rectángulo ruinoso del Ruiz Hernández, los nuestros dieron muestras una vez más de una solidez defensiva inusitada, apoyados en el férreo sistema 1-2-1 que impone a sus jugadores el profesor Cosgaya.

Amparados en esa táctica, que se parece bastante a la de refugiarse en un cajero, si se trata de esperar a que abran la puerta del Mayor; o en Cabalcavia, si es el Iñigo el que obliga a desalojar la habitación; conseguimos abrir el melón con un contragolpe bien conducido por Nacho Zapico que culminó, no menos bien, Alex, con un soberbio gol de cañito. 1-0 al descanso.

La cosa pintaba bien. Por vez primera en mucho tiempo, íbamos por delante. Pero poco duró la alegría, ya que el árbitro –una vez más–, ese factor "desestabilizante", quiso cambiar el balón naranja por una suerte de esférico "ahuevado". Eso hizo que el segundo período tuviese más ocasiones... y más goles. Como el del empate. Un despeje no consumado y un tanto que entró llorando entre multitud de piernas.

Tocaba sobreponerse... y volvimos a hacerlo. Juan de Castro y Álvaro Baños –repito, Álvaro Baños– marcaron para colocarnos con un irreconocible 3-1 arriba en el marcador. Los "supporters" no se lo creían y jaleaban desde la banda la hazaña de los suyos. Pero en un arrebato de complejo colchonero, el equipo celeste volvió a empatarnos con dos tantos tan absurdos como inapelables.

Cuando las tablas parecían cantadas, apareció la estrategia para decantar el choque. Y es que el equipo del Colegio Mayor Peñafiel tiene recursos para todo. Una falta lejana se reconvirtió en una jugada maestra a tres toques que Nacho Zapico aprovechó para subir el 4-3 definitivo y certificar que los tres puntos elegían como destino la calle Estudios después de casi año y medio sin visitarnos.

Prueba de fuego la que superó nuestro equipo el pasado miércoles y que alimenta la esperanza de alcanzar la fase final. Para ello habrá que seguir dando muestras de superación ya que el nuestro, a diferencia del otro grupo, deja en la cuneta a dos conjuntos en vez de a uno.

El ocioso.

1 comentario:

Unknown dijo...

y porque no subis la cronica del partido perdido??