EL COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL EMPIEZA CON BUEN PIE EN EL TROFEO RECTOR DE FÚTBOL-SALA

C. M. Peñafiel 1 - C. M. Santa Cruz 1

Debut positivo

Comenzó la edición 2009-2010 del Trofeo Rector de fútbol-sala de la Universidad de Valladolid. Una edición marcada por el objetivo de ofrecer una imagen completamente distinta a la que nuestro representativo dejó en el máximo torneo intercolegial el pasado año. Desde ese punto de vista, se puede decir –con los datos en la mano– que en un único encuentro se ha conseguido más que en los seis disputados la anterior temporada.

Pero vayamos por partes y comencemos por el principio. Sin que desde la tesorería del club se haya tirado la casa por la ventana, lo cierto es que tanto Alex como Javi Taboada, los coordinadores del área deportiva de la entidad, han confeccionado en esta ocasión un bloque homogéneo, sin fisuras, en el que todos los jugadores aportan su granito de arena y con las suficientes gotas de calidad para que, con unos mimbres básicos, se pueda superar la fase de grupos.

De entrada, la primera piedra ya se ha puesto. El equipo, en su primer partido frente a los voceros sorianos del Santa Cruz, ha sumado un punto valioso que al final puede valer su peso en oro. De momento, ha valido unos chuches por gentileza de MundoDulce.

El partido fue muy disputado en todo momento. Con un esquema táctico tan sencillo como efectivo, nuestro representativo colegial logró anular cualquier idea de su oponente.

Contribuyó al orden exhibido sobre el terreno de juego la intensidad defensiva mostrada por Christian –que lo dio todo en el rato que estuvo, después de haber ingerido una cantidad considerable de pasta–, de Alex en el puesto de pivote; de JT7, nuestro "7" particular, Javi Taboada, dentro y fuera del campo; o de Dani, un puñal por su banda. Atrás, Nacho Zapico puso cerrojazo sobre la portería, si bien Juan Pablo se encargó de candarla frente a cualquier intrusión enemiga con visos de cierto peligro. La perla del Pinar, Jesús de Castro, y la del cantábrico, Fran_de_Luis, dieron alas al equipo en ataque cuando más lo necesitó. Por último, Pierre se partió literalmente la cara por los colores, y Gonzalo, pese a su estado de indisposición, estuvo ahí para lo que hiciese falta. En una palabra: COMPROMISO.

Prueba del esfuerzo, la concentración, el oficio y el buen hacer de los nuestros fue el hecho de que mediada la segunda parte, con el marcador en contra y un ambiente adverso en las gradas, el equipo supo rehacerse del mazazo y nuestros "supporters" pasaron a ser las únicas voces que se escucharon en el multiusos Ruiz Hernández.

Jesús de Castro envió a la madera un tiro cruzado en un aviso que más tarde se tradujo en el gol del empate, cuando un robo en el medio campo permitió un punterazo inapelable que puso las tablas en el electrónico e hizo justicia a lo visto sobre el terreno de juego.

No hubo tiempo para más. Buen debut de los nuestros que constituye ya de por sí todo un éxito y que augura la posibilidad de acceder a la ronda final del torneo. Aunque para ello –vista la igualdad reinante en el grupo– será necesario ir poco a poco, partido a partido, y siendo conscientes de que aún no hemos nada todavía.

El inútil.